lunes, 24 de febrero de 2014

Cambios en la conducta que provoca el Acoso Laboral o "Mobbing"










Evolución sintomatológica Ciclo 1º Conflicto inicial
Psicosomática
Alteraciones leves alimentarías. Leves trastornos del sueño. Dolores de cabeza, espalda, nuca, cervical, muscular, articular...
Psicológica
Rasgos de ansiedad. Inquietud leve.
Conductual
Pasividad: dejar pasar el tiempo 
Activa: analiza de forma reiterada la situación y busca solución negociada

Evolución sintomatológica Ciclo 2º Estigmatización
Psicosomática
Insomnio leve. Fatiga física leve.
Psicológica
Desorientación. Rasgos depresivos. Ansiedad leve. Inseguridad y baja autoestima. Irritabilidad. Sentimientos de soledad, vergüenza y culpabilidad.
Conductual
Niega la realidad de la situación. Reacciona con ira o agresividad. Evolución sintomatológica

Evolución sintomatológica Ciclo 3º Intervención
Psicosomática
Insomnio y pesadillas. Repetitividad en el tipo de sueños. Alteraciones cardiovasculares
Psicológica
Depresión y ansiedad moderada. Aumento progresivo de la la baja autoestima. Perdida de interés por el trabajo. Fallos de memoria. Frustración y amargura.
Conductual
Es consciente de la situación.
Solicita ayuda interna y externa. Agresividad social y familiar. Rendimiento deficitario.

Evolución sintomatológica Ciclo 4º Marginación
Psicosomática
Insomnio. Disfunciones sexuales. Alteraciones severas:gástricas, endocrinas, cardiovasculares, dermatológicas...
Psicológica
Depresión y ansiedad severa.
Ideas suicidas.
Alteraciones emocionales importantes.
Conductual
Aislamiento y evitación social.
Tendencia abusiva de psicofármacos.
Vida vegetativa.
Suicidio.


Fuente: PRIDICAM



miércoles, 19 de febrero de 2014

GENTE NOCIVA EN EL TRABAJO






En todas partes encontramos personas diferentes y la oficina no es la excepción. Pasas más de ocho horas con compañeros que no precisamente pueden ser de tu agrado, sin embargo, debes convivir con ellos porque tienen una meta en común: cumplir con los objetivos productivos de la empresa. Identifica a los individuos nocivos y usa la estrategia adecuada para manejarlos, aquí algunos ejemplos de personalidades toxicas:


El “lame suelas”: si el jefe dice que está bien realizar determinada actividad para mejorar el desempeño laboral, esta persona dice que tiene el hábito desde hace años, aunque no sea cierto. Si un superior tiene un nuevo proyecto, se ofrece inmediatamente para desarrollarlo, aunque no tenga ni idea de cómo lo hará. Frecuentemente sugiere ideas que poco o nada aportan.


Estrategia. Intégralo al equipo de trabajo y trata de compartir tiempo con esta persona, necesita atención para despegarse de la imagen paternal en la que ha convertido a su superior.

El roba tiempo: no es que no haga nada en el trabajo, por el contrario, realiza diligencias personales por internet, se la pasa en redes sociales, chatea, vitrinea en la web, habla por teléfono con familiares y amigos, planea salidas, etc., pero por la empresa no hace mucho. Es muy hábil para evitar que el trabajo caiga en su escritorio.

Estrategia. Habla con el jefe para que ponga por escrito y con fechas establecidas, las tareas que cada trabajador debe realizar, así el nivel de productividad de cada empleado se hará evidente.

El chismoso: sabe todo lo que ocurre en la empresa, desde los asuntos personales de sus compañeros hasta los avances o errores de los demás departamentos, es un lleva y trae de información que disfruta del chisme. Generalmente se rige bajo el ideal de la hipocresía, suele ser simpático pero está cargado de falsedad.

Estrategia. Ten cuidado con este tipo de persona y no le confíes información que después pueda traerte problemas o afectar tu imagen. Es mejor mantenerla a raya y conversar con él (ella) de lo estrictamente laboral. Si habla de otras personas seguramente también lo hará de ti.

El quejoso: está convencido de que el mundo está en su contra, respira negatividad y se queja de su mala suerte sin hacer nada para cambiar las cosas. Su resentimiento es tan intenso que contagia con su pesimismo a quien lo escucha. Aunque lo peor es su enorme habilidad para hacer que los demás se sientan culpables de su situación.

La estrategia. Son las personas optimistas las que funcionan como antídoto para los quejosos. No te conviertas en el eco de sus quejas, muéstrale el lado positivo de las cosas.

Fuente: Revista Safety Work