El profesor de la Universidad de
Alcalá Iñaki Piñuel, considerado el principal experto de España en acoso
laboral, disertó sobre el tema el 11 de febrero en la Facultad de Derecho
dentro de la jornada "Acoso moral y calidad en el trabajo. Enlazando teoría
y práctica". Piñuel describió el fenómeno y alertó que, desde el comienzo
de la actual crisis económica, los casos de mobbing han crecido un
40%, según los estudios más recientes.
El encuentro reunió a expertos de los ámbitos académico y profesional
que intercambiaron sus conocimientos tanto en el marco teórico sobre acoso y
calidad en el trabajo como en la acción concreta en instituciones y ámbitos
laborales. Inauguraron la jornada los decanos de las tres facultades que
participaban en la organización.
Esther Zapater, decana de la Facultad de Derecho, recordó que el acoso
laboral está tipificado en el Código Penal y, por tanto, "tenemos ahora
más instrumentos y respuestas", pero, al mismo tiempo, "es importante
atender a las preguntas que plantea el día a día". Por su parte, la
decana de la Facultad de Psicología, Teresa Gutiérrez, afirmó que el acoso
laboral es una forma de "violencia que merma las capacidades
individuales" de la víctima pero también "las de las personas que la
ejercen y las de las instituciones que lo albergan".
Finalmente, el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología,
Joan Botella, enfatizó que, "con la actual crisis, la situación de las
personas que pueden ser víctimas de acoso es más precaria". Botella
recordó también el vigésimo aniversario de los estudios de Relaciones Laborales
en la UAB y elogió la labor realizada por la profesora María Jesús Espuny para
impulsar este ámbito académico en la universidad.
Una acción continua y deliberada
Susana Pallarés, directora del Departamento de Psicología Social de la
UAB, fue la encargada de presentar al psicólogo, ensayista y profesor Iñaki
Piñuel, que pronunció la conferencia inaugural. Se trata de uno de los
principales expertos en acoso psicológico de Europa, fenómeno que caracterizó
en su intervención como una acción "continua y deliberada". No es,
pues, una cuestión subjetiva que se produce en la mente de la víctima, sino
algo "registrable y cuantificable".
Las víctimas de acoso, según explicó, ven minada su resistencia psicológica
después de "largos periodos" de maltrato. Son objeto de aislamiento
por parte de otros trabajadores y no sufren acoso "por lo que hacen, sino
por lo que son". Piñuel aclaró que el acosador "escoge la víctima al
considerar que representa una amenaza para él" y por eso no se trata de
trabajadores mediocres sino todo lo contrario. Enfatizó, en este sentido, que
hay casos frecuentes en los que las víctimas son "mujeres brillantes"
en entornos masculinos.
Para el psicólogo, a pesar de las mejoras de los mecanismos legales
contra el acoso, la "judicialización" no es una solución. Explicó que
"ni siquiera uno de cada mil casos" llega a la vía legal, de los
cuales, "más de la mitad no llegan a una vista" porque se produce un
acuerdo antes. Y, de los que llegan a ser juzgados, "la mayoría" son
desestimados. Según Piñuel, la única manera eficaz de luchar contra el acoso es
la prevención, tarea que pasa por dar visibilidad a los casos y por el papel
solidario de los compañeros de las víctimas.
Con la crisis, más 'mobbing'
El experto hizo también una reflexión sobre la incidencia negativa del
contexto actual en el fenómeno del acoso psicológico. La crisis, dijo,
"aporta miedo añadido" a los trabajadores, lo que hace que las
víctimas se sometan más fácilmente. En paralelo, "ha aumentado la
impunidad" de los acosadores. Según los datos de los estudios recientes
sobre el fenómeno, dijo, "las tasas de mobbing se han
incrementado un 40% desde el inicio de la crisis".
Alertó también del auge actual de lo que él denominó "psicópatas
organizacionales", es decir, dirigentes "fríos e implacables",
así como "muy eficaces" en situaciones de recortes como las que se
viven a menudo en las instituciones y empresas hoy en día. Para Piñuel, las
"formas extremas neoliberales" nos están llevando a una
"feudalización" de los entornos laborales. Y defendió la formación y
la divulgación como herramientas para evitar que "la gente cuelgue en la
percha sus derechos fundamentales, junto a su chaqueta, cuando entra en el
lugar de trabajo".
Fuente: www.uab.cat