La Conferencia Internacional del Trabajo del centenario adoptó un nuevo
Convenio y una nueva Recomendación para hacer frente a las situaciones de
violencia y acoso en el lugar de trabajo.
GINEBRA (OIT Noticias) – La Conferencia Internacional del Trabajo (CIT)
adoptó hoy un nuevo Convenio y una Recomendación complementaria para enfrentar
la violencia y el acoso en el lugar de trabajo.
En el Convenio se reconoce que la violencia y el
acoso en el mundo del trabajo "pueden constituir un incumplimiento o una
inobservancia de los derechos humanos... y poner en riesgo la igualdad de
oportunidades, y que son inaceptables para lograr un trabajo decente, e
incompatibles con este". La "violencia y el acoso" se definen
como comportamientos, acciones o amenazas "que tengan por objeto, que
causen o sean suceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o
económico". Por otro lado, se recuerda a los Estados Miembros que tienen
la responsabilidad de promover un "entorno general de tolerancia
cero".
El objetivo de la nueva norma internacional del
trabajo es proteger a trabajadores y empleados, con independencia de su
situación contractual, incluidas las personas que realicen actividades de
capacitación, pasantías y formación profesional, los trabajadores cuyo contrato
se haya rescindido, las personas que realicen labores de voluntariado o busquen
trabajo, y los solicitantes de empleo. En virtud de la norma se reconoce que
"individuos que ejercen la autoridad, las funciones o las
responsabilidades de un empleador" también pueden ser objeto de casos de
violencia y acoso.
La
norma abarca la violencia y el acoso en el ámbito laboral; los lugares en los
que se remunere a un trabajador, realice recesos en el trabajo para descansar o
comer, o use instalaciones sanitarias, de lavado o de cambio de indumentaria;
viajes, desplazamientos, programas de formación, eventos o actividades sociales
de índole profesional; comunicaciones relacionadas con el trabajo (en
particular mediante tecnologías de la información y la comunicación), lugares
de alojamiento proporcionados por el empleador; y los desplazamientos desde y
hasta el lugar de trabajo. La norma reconoce asimismo que en los casos de
violencia y acoso pueden participar terceros.
Guy Ryder, Director General de la OIT, acogió
con satisfacción la aprobación de dicha norma. Señaló que “en el marco de las
nuevas normas se reconoce el derecho de todas las personas a un entorno laboral
exento de violencia y de acoso". Y añadió: "La siguiente etapa
consistirá en la aplicación de esas medidas de protección, con objeto de
fomentar un entorno laboral mejor, más seguro y decente para mujeres y hombres.
Estoy convencido de que, habida cuenta de la cooperación y la solidaridad que
hemos constatado al respecto, y el interés público manifiesto en la adopción de
medidas, se producirá una ratificación de forma rápida y generalizada para que
se lleven a cabo las acciones pertinentes".
La Directora del Departamento de Condiciones de
Trabajo e Igualdad (Workquality) de la OIT, Manuela Tomei, comentó que
"sin respeto, no hay dignidad en el trabajo y, sin dignidad, no hay
justicia social. Es la primera ocasión en la que se adoptan un Convenio y una
Recomendación sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo. Ello nos ha
permitido consensuar una definición de la violencia y del acoso. Sabemos las
medidas que hay que aplicar para evitar y abordar este problema, y quién debe
adoptarlas. Esperamos que las nuevas normas contribuyan a forjar el futuro del
trabajo que todos anhelamos".
El Convenio entrará en vigor 12 meses después de
que dos Estados miembros lo hayan ratificado. La Recomendación, que no es
jurídicamente vinculante, proporciona directrices sobre el modo de aplicar el
Convenio.
La Conferencia del centenario , que fue la 108ª Reunión de la Conferencia, contó
con la participación de más de 5.700 delegados, en representación de gobiernos,
trabajadores y empleadores de los 187 Estados Miembros de la OIT. Se espera que
la Conferencia adopte una histórica Declaración del Centenario de la OIT, en la
que se haga hincapié en un enfoque centrado en el ser humano con respecto al
futuro del trabajo.
Fuente:
OIT