Investigadores españoles han estudiado cómo afecta el estrés en el
trabajo a la salud cardiovascular. Los resultados, publicados en el
Scandinavian Journal of Public Health, asocian esta situación con la
dislipidemia, una condición patológica que altera las concentraciones de
lípidos y lipoproteínas en la sangre.
Desde hace años, los expertos sostienen que el estrés emocional se
asocia con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares debido, entre
otros factores, a hábitos poco saludables, como fumar, comer de forma
inadecuada o llevar una vida sedentaria.
Ahora, el estudio realizado en una muestra de más de 90.000 empleados
por la Sociedad de Prevención de Ibermutuamur, en colaboración con expertos del
Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y la Universidad de Santiago de
Compostela, analiza la asociación entre el estrés laboral y diferentes
parámetros relacionados con el metabolismo de los ácidos grasos en el organismo.
“Los trabajadores que declararon haber experimentado dificultades para hacer frente a su trabajo durante los últimos doce meses (un 8,7 % de la muestra) contaron con un mayor riesgo de padecer dislipidemia”, señala Carlos Catalina, psicólogo clínico experto en estrés laboral.
Las dislipidemias o dislipemias son trastornos del metabolismo de las lipoproteínas, que pueden manifestarse por una elevación del colesterol total, de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de las concentraciones de triglicéridos, así como por una disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
“Los trabajadores que declararon haber experimentado dificultades para hacer frente a su trabajo durante los últimos doce meses (un 8,7 % de la muestra) contaron con un mayor riesgo de padecer dislipidemia”, señala Carlos Catalina, psicólogo clínico experto en estrés laboral.
Las dislipidemias o dislipemias son trastornos del metabolismo de las lipoproteínas, que pueden manifestarse por una elevación del colesterol total, de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de las concentraciones de triglicéridos, así como por una disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
Concretamente, en el estudio realizado los trabajadores con estrés
laboral presentaron mayor probabilidad de sufrir niveles anormalmente altos de
colesterol LDL (el llamado colesterol ‘malo’), niveles excesivamente bajos de
colesterol HDL (colesterol ‘bueno’) e índices de aterogenicidad positivos, es
decir, un potencial de obstrucción de las arterias.
“Uno de los mecanismos que podrían explicar la relación entre el estrés
y el riesgo cardiovascular podrían ser los cambios en nuestro perfil lipídico,
lo que supondría una mayor acumulación de placa ateroma (depósito de lípidos)
en nuestras arterias”, concluye Catalina.
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